Soy emi... 

Me gustaría contarte un poco sobre mi historia y cómo llegué a encontrar uno de mis mayores propósitos: mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas a través de la conexión con su hogar.

En el 2017 me gradué de arquitecta en Quito, mi ciudad natal y en el mismo año me mudé a Buenos Aires, ciudad en la que resido hasta hoy. Durante varios años me dediqué al rubro inmobiliario, teniendo la oportunidad de ayudar a que muchas personas encuentren su hogar, visité cientos de propiedades y me di cuenta de que hay algo más allá de lo evidente que hace que alguien quiera (o no) vivir en un lugar. Entendí que cada casa tiene su propia energía y personalidad y que las personas suelen intuitivamente sentir cuando esa propiedad que visitan es la indicada, sin ir muy lejos, me pasó a mi...

En el 2018 me mudé al departamento que hoy es mi hogar, apenas lo conocí sentí esa química que me atrajo por completo a él. No había dudas de que ese era el lugar en el que me visualizaba viviendo la siguiente etapa de mi vida. Sin embargo, convertirlo en mi hogar ha sido un camino largo, lleno de prueba y error. Durante este proceso, me di cuenta de que no bastaba con haber sentido esa primera atracción hacia el departamento ni con haberme dedicado por completo a decorarlo lo mejor que pude.

 

Existe algo que nos atrae o nos repele, algo que va más allá de la estética del espacio, una fuerza mayor llamada energía.

 

A medida que comprendía que todo es energía y que necesitaba profundizar en mi relación con mi espacio para conectar con él, sincrónicamente estaba transitando un proceso similar de crecimiento personal y espiritual para fortalecer la conexión conmigo misma. Durante este camino, me ayudé de muchas herramientas de autoconocimiento y sanación, como la astrología, la numerología, el Diseño Humano, el Eneatipo, la memoria celular y la psicología. Estas herramientas se convirtieron en puentes que me permitieron entenderme mejor y conocer mi propia energía.

 

Y fue en ese mismo periodo, por CAUSALIDADES de la vida, que llegó a mí el Feng Shui clásico, el cual me brindó muchos conocimientos valiosos y, sobre todo, herramientas para poder conocer y entender la energía de mi espacio, así como aprender a habitarlo de manera más consciente. Todo esto le dio el sentido y la profundidad que tanto estaba buscando en relación con mi hogar y mi profesión. 

 

Formarme como consultora en Feng Shui clásico y experimentar empíricamente con mi espacio ha sido un camino en el cual muchas cosas cobraron sentido para mí. Entendí que todo está relacionado, que así como cuidamos de nuestro cuerpo, de nuestra mente y de nuestro ser, de la misma forma debemos hacerlo con nuestro espacio. Comprendí que todo es parte de un engranaje perfecto. Por ello, decidí ir más allá y crear mi propia metodología en la que integro, además del Feng Shui clásico, otras herramientas que me han ayudado a crear una conexión poderosa con mi HOGAR y convertirlo en una de mis fuentes principales de bienestar y ARMONÍA.

Hoy quiero compartir esta visión contigo, para que también puedas descubrir la energía de tu hogar y habitarlo de una forma más consciente.

 

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